
El mar, cristales o simples escaparates fueron mi inspiración para esta práctica. La primera fotografía la saqué este verano, en La Coruña, un día que subíamos al monte de San Pedro para contemplar un rato la tranquila ciudad.
La calidad no es excelente, ya que fue sacada con el móvil, pero es bonito el contraste de luces que se aprecian de fondo en la foto como un aura que impregna de dignidad el atardecer. Los naranjas predominan como color fuerte, sobre todo el de las piernas que a su vez hace escala con el naranja del horizonte. Los diferentes azules proclaman el equilibrio de la imagen, dotando de calidez y sabor veraniego el paisaje total. Fotografía 1: La Coruña, julio de 2009.

Esta foto decidí darle un toque más solemne empleando el blanco y negro para la fotografía. Se trata del edificio del Defensor del Pueblo de Navarra, situado en el centro de
Pamplona, en cuyas cristaleras se refleja otro edificio con esquina redonda. Elegí este plano porque la esquina del edificio reflejado aporta dinamismo y cierta geometría circular lo que hace que la imagen sea más acogedora y no tan fría.
Fotografía 2: Edificio del Defensor del Pueblo de Navarra, septiembre de 2009.
En esta fotografía me impactó la opacidad del escaparate. Hice varias
pruebas pero esperé a que pasase gente para darle un sentido más divertido a la foto. Es curioso ese doble mundo que se presenta, pero que la imaginación nos baja
inmediatamente cuando apreciamos los focos redondos situados en el tercio superior derecho aportando un sentido de realidad espacial.
Fotografía 3: Escaparate de Pedro del Hierro, septiembre de 2009.
Esta fotografía pertenece a una parada de autobús urbano, también en
Pamplona. Si me fije en este reflejo fue porque me inspiró la idea de mostrar en la marquesina la ciudad a modo de patrocinio de este modo de transporte, porque combina en la imagen un edificio que da ese porte
urbanita acompañado con el árbol, lo que le concede un toque de naturaleza y a la vez, acogedor.
Fotografía 4: Marquesina de Paseo de Sarasate, septiembre de 2009.

Esta es una de las imágenes que más me gustan por varios motivos, uno de ellos es la pose de mi compañero y la mía. Los colores también me parecen un plus que aporta visual a la toma, sobre todo el verde de mi cazadora, que actúa como punto fuerte. Está sacada en una Caja Navarra situada en Carlos
III. Me gusta el contraste de las baldosas de cemento con la pared de la caja. También me llama la atención el hecho de parecer colocados sobre las sillas, como suspendidos en su asiento, cuando en verdad estamos en la calle. Y el último de los motivos es la transparencia de mi amigo en contraste con mi nitidez en la fotografía estando los dos en el mismo ámbito.
Fotografía 5: Carlos III, septiembre de 2009.

Esta fotografía la saqué cerca del Museo Navarro, casi al final del casco viejo de
Pamplona. Me gustó el doblete que se aprecia en las campanas, ya que siendo una parecen dos, introduciendo un toque de sonido a la imagen. Los colores apagan la fotografía, aunque esto da un sentido solemne de religión.
Fotografía 6: Campanario de la Iglesia del Museo de Navarra, septiembre de 2009.

Ésta es la última fotografía de la práctica, se trata de mi amigo Diego con gafas de sol, en cuyo reflejo se presenta una calle de Pamplona, en la zona de hospitales. Me gusta porque en poco espacio se puede presentar uno más amplio. También me parece peculiar que el reflejo esté apoyado sobre un rostro, como dando más personalidad y carisma. Fotografía: Reflejo de Irunlarrea, septiembre de 2009.
B.Corbal.
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